El grupo camina libremente por el espacio, prestando atención a las indicaciones del formador, quien va proponiendo formaciones rápidas en subgrupos: puede decir en voz alta “parejas”, “tríos”, “cuartetos”, “quintetos” o “sextetos”, y el grupo debe reorganizarse rápidamente en grupos de ese tamaño.
Además, el formador también puede decir un número: “dos”, “tres”, “cuatro”, “cinco” o “seis”, y el grupo deberá dividirse en esa cantidad de subgrupos, intentando que los grupos sean de tamaño aproximado y equilibrado.
Durante todo el ejercicio, no está permitido hablar ni dar instrucciones: cada persona debe decidir por sí misma con quién agruparse, sin imponer su voluntad al resto.
Además, el formador también puede decir un número: “dos”, “tres”, “cuatro”, “cinco” o “seis”, y el grupo deberá dividirse en esa cantidad de subgrupos, intentando que los grupos sean de tamaño aproximado y equilibrado.
Durante todo el ejercicio, no está permitido hablar ni dar instrucciones: cada persona debe decidir por sí misma con quién agruparse, sin imponer su voluntad al resto.