El grupo se coloca en círculo y comienza a pasar sílabas por turnos. En la primera ronda, cada persona dice una sola sílaba, procurando que no forme una palabra real. En siguientes rondas, se aumenta progresivamente a dos, tres o más sílabas, manteniendo el juego sonoro sin caer en el lenguaje conocido.
En la segunda fase, los participantes se colocan en parejas y mantienen una conversación improvisada utilizando únicamente este idioma inventado, sumando sílabas libremente y apoyándose en la expresión corporal y gestual para comunicar intención y emoción.
En la tercera fase, se forman cuartetos: dos personas conversan en el idioma inventado y las otras dos actúan como traductores. Cada traductor debe interpretar y traducir libremente lo que su respectivo interlocutor “ha dicho”, justo después de que este hable. Comentar al final qué historias se contaron.
En la segunda fase, los participantes se colocan en parejas y mantienen una conversación improvisada utilizando únicamente este idioma inventado, sumando sílabas libremente y apoyándose en la expresión corporal y gestual para comunicar intención y emoción.
En la tercera fase, se forman cuartetos: dos personas conversan en el idioma inventado y las otras dos actúan como traductores. Cada traductor debe interpretar y traducir libremente lo que su respectivo interlocutor “ha dicho”, justo después de que este hable. Comentar al final qué historias se contaron.