El grupo se coloca en círculo, manteniendo un ritmo pausado y consciente, con contacto visual previo para pasar la pelota a cualquier persona del círculo. Cada pase incluye una palabra, con la que se construye una creación colectiva verbal.
La dinámica evoluciona en tres fases, manteniendo siempre la consigna de una palabra por turno:
Fase 1 – Haiku colectivo:
El grupo crea juntos pequeños poemas breves tipo haiku, aportando una palabra por turno y dejando que emerja una imagen poética. El foco está en el ritmo, la sensibilidad y la conexión simbólica.
La dinámica evoluciona en tres fases, manteniendo siempre la consigna de una palabra por turno:
Fase 1 – Haiku colectivo:
El grupo crea juntos pequeños poemas breves tipo haiku, aportando una palabra por turno y dejando que emerja una imagen poética. El foco está en el ritmo, la sensibilidad y la conexión simbólica.
Fase 2 – Frases breves:
El grupo construye frases completas entre todos, palabra por palabra, manteniendo la fluidez y escuchando activamente para que las frases tengan sentido y coherencia.
Fase 3 – Historia compleja:
Se da un paso más: se construye entre todos una historia improvisada, aportando una palabra por vez, buscando que tenga inicio, desarrollo y posible desenlace, siempre desde la colaboración, la escucha grupal y la aceptación creativa.