En parejas, un participante narra una historia imaginaria mientras su compañero va introduciendo palabras inesperadas, una a una. El narrador debe incorporar cada palabra de inmediato y de forma coherente en la historia, antes de recibir la siguiente. Solo cuando el narrador integra la palabra recibida, el compañero puede decir la siguiente, manteniendo un ritmo dinámico de colaboración.
Al finalizar el ejercicio, se propone una breve reflexión conjunta sobre cómo fue la experiencia de creación:
¿Fue fácil o difícil incorporar las palabras?
Al finalizar el ejercicio, se propone una breve reflexión conjunta sobre cómo fue la experiencia de creación:
¿Fue fácil o difícil incorporar las palabras?
¿La narración se sintió como un trabajo individual o colectivo?
¿Qué estrategias surgieron para adaptarse y colaborar?