En parejas, una persona asume el rol de «amo» y la otra de «servidor/a». El amo va proponiendo acciones que el servidor debe realizar de inmediato y sin cuestionarlas. Estas acciones pueden ser realistas o simbólicas: si se pide, por ejemplo, “dame un masaje”, el servidor lo hará realmente, si se dice “vuela” o “tráeme un vaso de agua”, deberá representarlo de forma teatral o mediante mimo, como si volara o trajera el agua desde una cocina imaginaria.
Si el amo no queda satisfecho con la acción, puede “matar” teatralmente a su servidor. Este caerá al suelo de forma dramática, y se levantará como un nuevo servidor aún más alegre y dispuesto. Después de uno o dos minutos, los roles se invierten.
No se permite intervenir, ni molestar en las acciones o escenas de otras parejas. Pueden utilizarse objetos reales del espacio, siempre que se usen con cuidado.
Si el amo no queda satisfecho con la acción, puede “matar” teatralmente a su servidor. Este caerá al suelo de forma dramática, y se levantará como un nuevo servidor aún más alegre y dispuesto. Después de uno o dos minutos, los roles se invierten.
No se permite intervenir, ni molestar en las acciones o escenas de otras parejas. Pueden utilizarse objetos reales del espacio, siempre que se usen con cuidado.